Engranaje es un término de la mecánica que hace referencia al funcionamiento conjunto o de manera coordinada de dos o más elementos. Partiendo de esa base, La Casa del Tabaco ideó sus instalaciones para que todos los procesos del sistema fluyeran de manera armoniosa para poder ofrecer un servicio de excelencia al cliente. En este caso, el desafío era grande, ya que debían encajar numerosos factores como las piezas de un puzle.
Como se suele decir, la experiencia es un grado y la innovación un valor añadido, y juntos forman el equipo perfecto para alcanzar el éxito. Por ello, La Casa del Tabaco fue capaz de idear y convertir en realidad un innovador sistema, al menos en España, que hoy en día controla a la perfección toda la producción venida de dentro y fuera del país con mecanismos de control pocas veces vistos en el sector.
Quizás es difícil de creer, por inusitado, que una empresa como La Casa del Tabaco lleve a cabo todos los procesos de recepción, almacenamiento, congelación, conservación y envío de los productos que distribuye. Y que lo haga, además, con sistemas de control de calidad que eliminen o reduzcan a la mínima expresión cualquier fallo del sistema.
Para ello La Casa del Tabaco dispone de unas instalaciones de 1.300 metros cuadrados en las que aloja dos cámaras para almacenar, en excelentes condiciones de temperatura y humedad, los distintos tipos de tabacos: una de ellas conserva más de dos millones y medio de cigarros, y la otra está destinada al tabaco de picadura y tabaco de shisha, que deben estar separados de los cigarros para evitar la contaminación de olores. Ambas cámaras, que tienen una capacidad en conjunto de 1.350 metros cúbicos, están controladas por un innovador sistema humectador de última generación.
Además, destaca el congelador de 270 metros cúbicos y capacidad para 24 palets, por el que pasan absolutamente todos los cigarros y tabaco de picadura antes de ser trasladados a su cámara correspondiente. La congelación del tabaco durante cinco días a -33º asegura la destrucción de cualquier posible infestación de lasioderma.
Entre medio de las dos cámaras se halla un espacio diáfano para recepcionar todos los pedidos y clasificarlos en función del producto. Dada su amplitud, se ha podido reservar un área en la que se almacenan envases, embalajes, papel, filtros, mecheros, etc.
El lugar con más actividad de La Casa del Tabaco es, sin duda, la sala de preparación de pedidos (donde se etiquetan, añaden las advertencias sanitarias y se envasan los cigarros), que dispone de un espacio de almacenaje para accesorios para el fumador como pueden ser humidores, cortapuros, ceniceros, etc. Anexa a ella se encuentran las oficinas de administración, donde se lleva a cabo la atención telefónica y electrónica a clientes y resolución de consultas comerciales, validando pedidos, resolviendo dudas, elaborando facturas y otro tipo de tareas administrativas.
Todo la labor de La Casa del Tabaco hace honor a la mítica frase de nuestro admirado Michael Jordan cuando dijo con sabiduría que «el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos».
