Tengo en mi mano un pequeño gigante, el Condega Serie F Mini Titán. Un cigarro de grueso cepo 60, longitud 120 mm y unos 18 gramos de tabaco nicaragüense, bien compacto y duro al tacto, como un buen corcho de vino. La tripa larga, elaborada con hojas Ligero de Estelí y Viso de Jalapa, el capote, un buen Seco de Condega y la capa Corojo forman una magnífica fórmula que recuerda a los cubanos de antes. No en vano, en su composición se utilizan las variedades de semillas Corojo 98 (para la capa) y Criollo 99 (para tripa y capote), que trajeron los exiliados cubanos para seguir con la tradición tabaquera de su país, encontrando en las ricas tierras de cultivo de Nicaragua la horma de su zapato.
SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER