Se acerca la fecha que, nos guste o no, pensemos que es la oportunidad perfecta para sorprender a nuestra pareja, para reavivar la llama del amor, para agradecerle lo mucho que la amamos, o creamos que es un invento de unos grandes almacenes, es la fecha, decíamos, que a lo largo de más de veinte siglos -que se dicen pocos- se ha ido consolidando en la sociedad occidental (y, desde hace poco tiempo, ya se ha extendido a países orientales) para celebrar el Día de los Enamorados. Porque, admitámoslo: querer y que nos quieran es bonito y nos merecemos celebrarlo, aunque sea una vez al año.
A nosotros sin darnos cuenta nos ha poseído durante estos días el espíritu de San Valentín, y nos viene susurrando estos diez consejitos para que, si vuestras parejas son fumadoras exquisitas, las sorprendáis este 14 de febrero con un regalo diferente, elegante y muy sofisticado. ¡Atentos!
- Estírate un poco ese día y regala un buen cigarro nicaragüense. Quedarás de lujo con tu pareja y podrás seguir pagando la hipoteca.
- Si ya te has venido arriba en tu compra y piensas: ¡Qué demonios, que sea una caja entera de cigarros!, no te vuelvas loc@ cuando descubras todas las variedades de tamaños, diseños y fortalezas que puedes elegir. Pídele consejo a tu estanquer@, no te decepcionará.
- Los humidores son a los cigarros lo que los abuelos a los niños: los quieren, los miman, los protegen, pero luego se los devuelven a sus padres. ¡Pon un humidor en la vida de tu pareja si es de los que quieren a sus cigarros como si fueran sus propios hijos!
- Aunque no lo creas, no todos los mecheros se consiguen gratis. Hay algunos modelos que quitan la respiración de lo bonitos que son, de esos que te encantaría sacarte del bolsillo para complacer a cualquier extraño que te pida fuego. Sí, querid@, en estos casos, la vanidad está infravalorada.
- Si tu pareja es experta en cigarros, anota en su lista de deseos un buen cortapuros. Esencial para el corte limpio y uniforme del cigarro antes de encenderlo. Dice la leyenda que su origen se remonta a la Revolución Francesa.
- Como seguro que además de fumadora, tu pareja es limpia, otra opción es regalarle un cenicero de diseño. En este caso la gama de colores y formas es casi infinita, así que ten gusto y regala uno de los nuestros.
- Si compartes tu vida sentimental con alguien que lleva tatuado (o que al menos lo ha pensado) Si no puedo fumar puros en el paraíso, no iré, seguro que le encantará que le obsequies con un estiloso Punch, también conocido como Sacabocados, que se usa en la perforación del cigarro antes del encendido. Los venden en su mayoría en forma de llavero, si bien puedes encontrar algunos más sofisticados.
- Si tu pareja fuma y,
madre mía, también bebe, no te confundas si quieres regalarle una petaca. Las hay estupendas y muy elegantes, con cabida para tres o cuatro cigarros. - Para los más indecisos, nuestro consejo es decidirse por un combinado (seguimos hablando de cigarros, claro). Unos puros dentro de un humidor, un conjunto de cenicero, mechero y cortapuros… Como siempre, en casos difíciles, se recomienda consultar con un profesional.
- Y como querer es más fácil que complacer, si tu pareja no te regala nada, no le eches el puro. ¡Quédatelo para ti!
En caso de que te quede alguna duda, no seas tímid@ y ¡pregúntanos! O también puedes darle la brasa a tu estanquero de confianza, que como buen cliente suyo que eres seguro que te escucha, te entiende, te comprende… Mmmmm, si este caso llega al extremo, quizás deberías pensar en hacerle un regalo, porque con todo lo que hace por ti ¡seguro que también lo tienes enamorado! 😜 Jajajajajaja
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