Existe un concepto en Japón conocido como Ikigai que en nuestra lengua podríamos traducir como “razón de ser”. Esta palabra de connotaciones mágicas para los nipones se utiliza para referirse a esa motivación vital que nos hace disfrutar de lo que hacemos porque, como se suele decir, hemos nacido para ello. Según esta filosofía, lo difícil en la vida es encontrar un propósito por el que levantarnos todos los días para sentirnos útiles, pero una vez hallado, todo lo que realicemos en torno a ese objetivo nos resultará placentero.

La Casa del Tabaco nació como parte del Ikigai de su fundador, Ramón Zapata, que en su viaje vital ha sabido no sólo transmitir, sino también contagiar la pasión por el mundo del tabaco a todos aquellos que le rodean. Y, de hecho, eso es lo que ocurrió el pasado 25 de noviembre en la sede central de la empresa cuando inauguramos, tras muchos meses de preparación, la Academia del Tabaco.

Una inauguración a la que acudimos un centenar de personas entre amigos, trabajadores, colaboradores, clientes y proveedores, y en la que se generó una atmósfera de fraternidad y felicidad como solo en contadas ocasiones ocurre en este tipo de eventos.

La jornada comenzó bien entrada la tarde con la recepción de los invitados, venidos de todas partes de España y contó, además, con la presencia de grandes personalidades del tabaco procedentes de Alemania, Letonia y Reino Unido. Un plantel de lujo para un acontecimiento histórico por lo que tiene de innovador en muchos aspectos: el más destacado, sin duda, es que la Academia del Tabaco viene a cubrir una necesidad latente y no cubierta del sector tabaquero español, que no es otra que conocer fehacientemente el producto que vende.

Parte del equipo comercial de LCT posa con algunos de los invitados

Bien es cierto que, con todo, la apuesta valiente por este proyecto responde también a factores más emocionales, como son el amor y la pasión por una profesión que revolotea en todas las dimensiones vitales de los que allí nos congregamos. A algunos les gusta vender tabaco, a otros fumarlo, los hay que prefieren escribir sobre sus encantos, y otros que gracias a él encuentran una forma digna de ganarse la vida. Pero todos, sin excepción, fuimos esa noche testigos de la sintonía primigenia de las hermandades en torno a un objeto de culto.

Jakovs Strucovskis, Aitor Zapata, Ramón Zapata y Ruud Straatman

De izda a dcha: Jakovs Strucovskis, Aitor Zapata, Ramón Zapata y Ruud Straatman

De izda a dcha: Aitor Zapata, Sabine Hirt, Thorsten Wolfertz y Ramón Zapata

Tras las palabras de agradecimiento de nuestro presidente Ramón Zapata, emocionado por la autenticidad de todos los presentes, llegó el turno de nuestro director de Marketing, Aitor Zapata, para explicar con detalle a la audiencia en qué iba a consistir la Academia. En sus propias palabras: “aquí vamos a ejercer una de las profesiones más bonitas del mundo: la de enseñar. Porque enseñando nosotros también seguimos aprendiendo”. Y añadió que “la Academia del Tabaco no es sólo un lugar físico. Es también una experiencia. De las buenas. Aquí nos reuniremos para aprender todo el saber del tabaco: conocimientos básicos, técnicas, herramientas, teorías y casos prácticos”.

Aitor Zapata, director de Marketing de LCT

Salón principal de la Academia del Tabaco

Salón principal de la Academia del Tabaco

Tras su intervención tomó el relevo nuestro director comercial, Pepe Palacios, que presentó un Libro de Catas elaborado para la ocasión por La Academia del Tabaco y cuya finalidad es ayudar tanto a aficionados como a expertos a valorar los buenos humos que por su camino vayan encontrando, dejando anotados en él todos los aspectos que influyan en la valoración más adecuada del tabaco referenciado. Con el objetivo ser el diario personal imprescindible para todo aquel que se considere un buen amante de cigarros.

Pepe Palacios presentando el Libro de Catas

Ambiente durante la inauguración de la Academia del Tabaco

Ambiente durante la inauguración de la Academia del Tabaco

Por último, tomó la palabra Juanjo López, el coordinador de proyectos de la asociación Tobacco Social Responsibility (TSR), una entidad sin ánimo de lucro que se articula como expresión del compromiso de Responsabilidad Social Corporativa de La Casa del Tabaco, centrado en el colectivo formado por personas con discapacidad (especialmente niños) procedentes de familias desfavorecidas. Su presentación dio paso a la subasta benéfica de una botella de vino de Valduero valorada en 600 € y que finalmente adquirió Ramón Zapata por 1.000 € que irán destinados al proyecto Respiro Familiar de la asociación.

Juanjo López, el coordinador de proyectos de la asociación Tobacco Social Responsibility (TSR)

Ramón Zapata junto a la botella de Valduero que adquirió en la subasta benéfica de TSR

Sin lugar a duda, el día que vivimos durante la inauguración de la Academia del Tabaco quedará en el recuerdo de por vida. Pues cómo olvidar ese momento en el que estamos soñando y, al mismo tiempo, viviendo una realidad hermosa que nos mantiene bien despiertos. Y con ganas de más. Seguro que todo es producto de ese Ikugai que no cesa de repetirnos que vale la pena luchar por aquello que nos hace felices.

De izda a dcha: Pepe Palacios, Ramón Zapata, Honorio Tortosa y Aitor Zapata

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