El sol sigue sin hacer concesiones en pleno verano madrileño cuando nos adentramos en uno de los barrios más populares de la capital española para conocer de cerca al estanquero Miguel Ángel Barreda. La Prosperidad, perteneciente al distrito de Chamartín, en la zona noreste de la ciudad, es de esos lugares donde se percibe en cada esquina la impronta de la gente trabajadora que ha convertido este espacio en paradigma de la cultura del esfuerzo. Comenzó siendo una de las primeras periferias de Madrid a finales del siglo XIX, pasó a epicentro de la nueva ola madrileña en los años setenta, y hoy es un barrio con una marcada personalidad.

Justo en la calle Clara del Rey, 42 se ubica la Cava de Ma.Mi. (Ma de Marisa, su mujer, y Mi de Miguel, él mismo), un establecimiento en apariencia pequeño y, sin embargo, con capacidad para almacenar una gran cantidad de referencias tabaqueras (según nos cuenta, más de 700).

Barreda aparece sonriente y da la bienvenida a la periodista con un Oliva Melanio en la mano, aún sin encender. «La verdad es que este cigarro está muy bueno», es lo primero que comenta antes de encenderlo con pasión. Algo que repetirá en sucesivas ocasiones durante la entrevista. También nos confiesa que entre sus cigarros favoritos de cabecera se encuentran las series de Perdomo Lot23 y 20th Anniversary. Barreda es un auténtico entusiasta del mundo de los cigarros Premium, algo que se hace patente en cada palabra que dice y en cada calada que da.

En este barrio vibrante y mestizo, la Cava de Ma.Mi. es un referente en la venta de cigarros. Sus vitrinas aglutinan casi todas las vitolas dominicanas y nicaragüenses, y, además, son especialistas en tabaco de pipa, tabaco de liar y todo tipo de cigarrillos. «Lástima que el contrabando nos esté haciendo cada día más daño», lamenta Barreda.

Su mujer Marisa llega a punto para relevarlo en la atención del estanco, y aprovechamos para instalamos en la terraza de un bar de la misma calle. Barreda pide cerveza para acompañar su Oliva, mientras apostilla que «cuando marido con un buen vino es cuando más sabor extraigo del cigarro». Poco tiempo después de iniciar la conversación, uno se da cuenta de que Barreda es una persona auténtica en todos los sentidos. Y buena persona, muy buena persona. En el sector ya lo conocen por está siempre dispuesto a echar una mano a quien lo necesita. Los comerciales son conscientes de que visitarlo es casi garantía de salir con un pedido bajo el brazo. Sin duda, criarse en un barrio tan hospitalario como La Prosperidad ha influido en ese carácter de solidaridad.

Barreda es noble, directo, habla poco, pero lo hace con sentimiento y fundamentando sus ideas en la practicidad y el sentido común. ¡Claro, es del Atlético! Tiene las cosas claras, muy claras, sobre todo en lo que se refiere a los cigarros. De hecho, es uno de los primeros que apostó por la introducción en su estanco de nuevas procedencias de tabaco. «Estoy convencido de que en cuanto se abra el mercado estadounidense a los cigarros cubanos, en España se igualará la cuota de mercado entre los cigarros de diferentes orígenes».

Hasta que llegue ese momento, Barreda sigue desafiando, con auténtica flema británica, al statu quo del sector tabaquero de cigarros Premium con la continua incorporación en su catálogo -y en su paladar- de nuevas de nuevas marcas y procedencias, como queriendo convertir su cava en reflejo del crisol de su propio barrio.

La Casa del Tabaco: ¿Cómo decide uno hacerse estanquero?

Miguel Ángel Barreda: En mi caso, por obligación (risas). No, en serio, este había sido el estanco de mi padre, así que era una cuestión de continuar con la tradición familiar. Y estoy encantado con mi profesión.

LCT: ¿Cuál es el día a día en un estanco?

MAB: Como buen amante de cigarros que soy, lo primero que hago justo antes de llegar al estanco es fumarme un buen cigarro. Y luego la marcha es casi siempre la misma: atender a la clientela de toda la vida, y algún foráneo. A mi estanco suele venir mucha gente joven y, en los últimos años, muchas mujeres fumadoras de cigarrillos.

LCT: ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu trabajo?

MAB: Me encanta el trabajo de estanquero, sobre todo lo que tiene que ver con conocer los entresijos del mundo del cigarro, los viajes de formación a las fábricas, y los encuentros que se propician allí entre profesionales y amigos.

¿Lo que menos me gusta? Tal vez lo que a casi todos los que nos dedicamos a la atención al público, y es la gente que entra al estanco y ni siquiera es capaz de mirarte a la cara y pronunciar un «Buenos días». Tampoco me gustan las constantes restricciones al tabaco. Incluso se está avanzando en la prohibición de fumar en la playa, con argumentos bastante pobres como que la arena queda repleta de colillas. Por la misma regla de tres, tampoco debería estar permitido comer ni beber, porque también hay quien deja tirados papeles, botellas, etc.

Esto es más una cuestión básica de educación y civismo, y de responsabilidad individual en un espacio de convivencia. Ni yo ni ningún fumador de cigarros que conozco nos comportaríamos nunca de esa manera.

LCT: ¿Has recibido formación sobre cigarros Premium?

MAB: Sí, he viajado al lugar de origen de muchos de los cigarros que vendo, como República Dominicana, Nicaragua, Honduras y Miami. Tengo que reconocer que el viaje en el que más he aprendido ha sido el de Nicaragua. Vivirlo en primera persona te hace plenamente consciente de la cantidad de detalles que deben tenerse en cuenta para conseguir que un cigarro sea de calidad. Esto es como abandonar la cómoda grada de fútbol donde crees tener todas las respuestas del partido para bajar a jugar al campo y dejarte la piel con tus compañeros para ganar el campeonato.

Y, además, personalmente, también es el viaje que más he disfrutado. El recuerdo más bonito fue el día que fuimos hasta San Juan del Sur y allí alquilamos una barquita de pescadores para recorrer parte de la costa nicaragüense. Para este trayecto nos reunimos unos cuantos estanqueros y amigos: Eugenio, Jesús, Ernesto y yo. Llegamos a una playa totalmente virgen y nos dimos unos bañitos, acompañados de cigarros y ron. Fue una de las mejores experiencias de mi vida.

LCT: ¿Cuándo comenzaste a fumar? ¿Qué cigarros son los que más te gustan?

MAB: Empecé a fumar puros hace 30 años, y ¡del primero aún me acuerdo! Fue en una Nochevieja después de cenar, me ofrecieron un lancero y, lo que tiene ser novato: me tragué el humo y me quedé traspuesto (risas). Por cierto, ese primer cigarro fue un regalo del tío de mi mujer, que ha sido muchos años el peluquero de Felipe González, y fue este quien se lo regaló a él. Era de los cigarros que Fidel Castro regalaba a los altos mandatarios.

Suelo fumar unos tres cigarros al día, y los fines de semana 4 o 5. En cuanto a los que más me gustan, pues ha ido por épocas. Empecé con coronas, luego me pasé a los puritos y las perlas, y ahora fumo cepos inmensos, cuanto más grandes, mejor.

Cuando fumo, más que buscar la fortaleza, me gustan los puros que tengan mucho sabor. Y aunque también tengo mis cigarros y marcas favoritas, siempre que puedo voy probando cosas nuevas. Gracias a eso he podido descubrir procedencias dominicanas y nicaragüenses que no tienen nada que ver con las de hace 10 o 15 años. Son unos cigarros que ahora llegan con una calidad extraordinaria.

“En los cigarros, más que la fortaleza busco que tengan mucho sabor”

 

LCT: ¿Qué recomiendas a los clientes que preguntan por cigarros Premium?

MAB: Primero les pregunto si buscan alguna procedencia en particular, y partiendo de esa base, les aconsejo los cigarros que me gustan a mí. Y si es la primera vez que van a fumar, les dirijo a lo que, como profesional, me parece que es la mejor opción para un novel. Siempre busco un término medio entre mi ética profesional y el interés comercial.

Porque me enorgullece que los clientes confíen en mí y que vuelvan al estanco diciendo «qué cigarro más bueno que he fumado, gracias por habérmelo recomendado». Y si les ha gustado mucho generalmente suelen repetir, pero eso no quita que quieran probar cosas nuevas. ¡Yo también lo hago! Lo importante, al final, es que fumen cigarros buenos y que les hagan disfrutar.

LCT: De los productos que tienes de LCT, ¿cuál es el que más se vende? ¿Cuál crees que es la razón?

MAB: Los que se venden más en mi estanco son, por este orden, Condega, Oliva y Perdomo. ¡Porque están buenísimos!

LCT: ¿Por qué el consumidor se abre ahora a otro tipo de procedencias, como la nicaragüense?

MAB: Si sólo vas a un restaurante a comer, por muy bueno que sea, acabas perdiéndote otras cosas, quizás hasta mejores. Porque si no las pruebas, no lo sabes.

Es indudable que hoy en día el cigarro de Nicaragua es mucho mejor y tiene mayor calidad. En general, su elaboración está más cuidada en todos los sentidos: en los campos de cultivo, en el añejamiento, en los controles de calidad… Si comparas con lo que había antes en el mercado, la diferencia es abismal.

Por otro lado, de Nicaragua el tabaco que más me gusta es el de la zona de Estelí. Para mí es el mejor tabaco del mundo.

“Los cigarros de Nicaragua son los mejores del mundo”

 

LCT: ¿Crees que es positivo o negativo para el consumidor o para el mercado la entrada en España de tantas marcas?

MAB: Yo creo que cuanta mayor diversificación haya, mejor. Mejor para todos, consumidores y estanqueros. Te pondré un ejemplo: cuando entras a una tienda de vinos y solo puede ofrecerte los de una denominación de origen, por ejemplo, D.O. Rioja, ¿qué piensas de ella? Pues lo mismo pasa con los estancos y los cigarros que vende. En mi opinión, siempre será mejor una tienda que disponga de Rioja, de Ribera del Duero, de Rueda, etc., donde el consumidor tenga la posibilidad de elegir.

El problema es que todavía encuentras muchos fumadores de postureo que no tienen ni idea de lo que está fumando. ¡Y no saben lo que se está perdiendo!

“Cuanta mayor diversificación de marcas haya, tanto mejor para el fumador”

 

LCT: ¿En qué se diferencia un fumador de cigarros de otro tipo de fumadores (cigarrillos, pipa, liar, etc.)?

MAB: Hay muchas diferencias entre todos ellos. Por ejemplo, los fumadores de cigarrillos son más reacios a cambiar de marca; sin embargo, a los fumadores de puros nos encanta probar cosas nuevas. El de pipa también es muy marquista, y suele querer fumar siempre la misma marca.

“A los fumadores de cigarros nos encanta probar cosas nuevas”

 

LCT: ¿Qué formato se vende más?

MAB: En mi estanco lo que más se vende es el Toro de 6×54.

LCT: ¿Ha aumentado el número de mujeres que fuman puros?

MAB: Quizás la tendencia esté cambiando, pero en mi estanco no he notado ningún aumento significativo de mujeres en la compra de cigarros. En cigarritos sí, sobre todo los de capa natural. Y, la verdad, no creo que la razón por la que las mujeres son más reacias a fumar cigarros sea una cuestión de machismo. A mí me encanta ver a las mujeres que fuman cigarros. ¡Olé por ellas! Y también admiro a las que dirigen parte del sector de cigarros como, por ejemplo, Maribel González Gómez, Karen Berger o Millie Mirabal.

Es cierto que tenemos un mercado potencial muy grande con las mujeres que no hemos sabido explotar. Pero, como yo lo veo, creo que en la actualidad es más difícil acercar a las mujeres al sector de cigarros que hacer cambiar de marca a los hombres de cierta edad.

LCT: ¿La edad media de un fumador de cigarros, su posición social o su carácter tienen algún estándar o ha variado?

MAB: Por supuesto que el estándar ha variado, y lo que antes copaba el 90% del mercado, ahora lo hace en un 60%. Al menos en mi estanco. La gente busca relación calidad-precio, y ya no son tan marquistas como antes.

Hoy en día las nuevas generaciones apuestan más por la calidad que por la marca. Los fumadores vienen con otro pensamiento, se acercan más al estanquero y se dejan recomendar por él. Mientras que los antiguos marquistas no cambian por nada del mundo, los jóvenes de entre 25 y 45 años se dejan aconsejar y se marchan con cigarros de distintas procedencias. Lo que saben de cigarros lo han aprendido casi todo de las redes sociales, más que de los círculos sociales donde se mueven.

También existe un sector de gente joven no muy pudiente que le gusta fumar buenos cigarros por 5 o 10 €, y buscan la recomendación de expertos. Para ellos, el precio es muy importante, pero no quieren que eso les impida disfrutar de un cigarro de calidad.

LCT: ¿Qué es lo que más te gusta de LCT?

MAB: LCT funciona muy bien, tiene muy buenos profesionales y Ramón Zapata, su líder, es una persona excelente. Yo pongo la mano en el fuego por él.

LCT: ¿Entiendes de cigarros o te entiendes con los cigarros?

MAB: Me entiendo con los cigarros. Porque entender de cigarros… uno nunca deja de aprender en este mundo. Todos los días hay algo nuevo por descubrir, sobre todo cuando viajas y conoces a los fabricantes: todos tienen alguna cosa nueva que contarte y que, aunque parezca mentira, es la primera vez que lo oyes. Con ellos te das cuenta de que, de un año para otro, la evolución del sector es tremenda: la manera de sembrar, la de fumigar, todo cambia para mejor.


La Cava de Ma.Mi.

Tipo de estanco: cava de cigarros / Año: 1975 / Ubicación: Calle Clara del Rey, 42. 28002 Madrid / Horarios: L-V 07,30h-21,00h y S 07,30h-14,30h.

De cerca: Miguel Ángel Barreda

Un viaje: Florencia

Un placer: Fumar cigarros

Una película: Pearl Harbour

Un sueño: Ser millonario

Una comida: Huevos fritos con patatas

Un deporte: Fútbol, del Atlético, por supuesto.

Una afición: Fumar cigarros

Un restaurante: El Txacolí

Un vino: Matarromera

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