Una bonita y placentera herencia es el resumen de mi pasión por los cigarros Premium: siendo yo muy jovencito, recuerdo como estampa cotidiana a mi padre que, casi siempre, llevaba un cigarro en las manos. Era un tiempo en que uno no presta demasiada atención a esas cosas, no me preguntaba razones ni motivos, tan sólo sabía que la imagen de mi padre con su puro encendido era de lo más normal en nuestra casa.

Con la adolescencia llegaron las curiosidades y me sorprendí un día preguntando a mi padre que por qué fumaba cigarros y no cigarrillos, como hacía casi todo el mundo que conocía.

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